Localizado en Ordos, un área de Mongolia Interior de excepcional belleza natural, el encargo presentaba el desafío de construir una vivienda que, por un lado, aprovechase paisaje escénico y, por otro, fuera capaz de hacer frente a las condiciones climáticas extremas del lugar. Las características físicas del entorno para el diseño de esta casa son radicalmente abstractas y eventualmente desaparecerán con la futura transformación de este agreste paisaje en un suburbio residencial. El proyecto se rige por tres premisas fundamentales: primero, el uso de una forma pura, un cubo, derivada de la naturaleza abstracta del contexto; segundo, un sistema organizativo interior diseñado alrededor de un vacío; y por último, la importancia de la cubierta curva para conformar el carácter de los espacios interiores, configurar la estructura, tanto externa como internamente, y al mismo tiempo, difuminar los límites del volumen. El programa doméstico se organiza siguiendo un diagrama jerárquico claro de acuerdo con los usos y el grado de privacidad de cada estancia. La piscina se ubica en el nivel del sótano, junto con los servicios accesorios; la planta baja alberga las áreas nocturnas y más privadas; mientras, el primer piso se convierte en un gran espacio, casi diáfano, donde tienen lugar las actividades diurnas...[+]