Vivienda unifamiliar, Flawil

Jérôme de Meuron  Markus Wespi 


En la localidad de Flawil, cercana a St. Gallen, se levanta una vivienda unifamiliar que debía ser ampliada y provista de un aislamiento térmico acorde con las exigencias actuales. La casa, una de las primeras construcciones prefabricadas levantadas en suelo suizo, oculta sus paramentos de madera tras paños de enfoscado. Por otra parte, su ubicación en una zona rural donde proliferan las construcciones agrícolas realizadas exclusivamente con madera sugería una definición formalmente menos abstracta y más acorde con el contexto. La casa fue despojada así del enfoscado que la recubría y ha sido nuevamente revestida con listones horizontales de madera.

Con una volumetría simple próxima a la de los graneros y a otras construcciones dedicadas a las tareas del campo, la casa evita las pérdidas de energía reduciendo a un mínimo los huecos abiertos en las fachadas este, norte y sur. El hermetismo del edificio se rompe tímidamente en el alzado sur —el único frente en el que la normativa permitía ampliar la casa—. En él, una pantalla calada de lamas de pino de Douglas filtra la luz y protege la intimidad doméstica de las miradas ajenas. Presidido por ese icono de lo doméstico que es la chimenea, un vacío que recorre toda la altura del edificio se oculta tras este filtro de tablas de pino, comunicando el salón de la planta baja con el dormitorio principal habilitado bajo la cubierta. La organización de las plantas apoya las medidas de ahorro energético apuntadas con la envolvente. La cocina, la escalera, el cuarto de baño y el estudio se agrupan en la crujía más estrecha que recorre la fachada norte, actuando como amortiguadores térmicos de los dormitorios y las zonas de estancia.

La pendiente del terreno hacia la linde norte del solar ha permitido utilizar el semisótano como habitación de invitados o pequeño apartamento susceptible de ser alquilado con independencia. Prescindiendo de muros, verjas o vallas convencionales, la casa acota su territorio dentro del entorno cultivado mediante un cobertizo de bicicletas realizado con losas de hormigón y un muro formado simplemente por acumulación de la madera que sobró al construir la casa. Grandes lajas de piedra abandonadas en el césped apuntan los caminos que se aproximan a la vivienda, serpenteando entre los árboles frutales plantados en la ladera. Una cubierta a dos aguas de chapa de zinc y titanio —con el canalón oculto—, remata la silueta ingenua de esta casa que desde la construcción busca un compromiso consensuado con la técnica y con el entorno...[+]


Arquitectos Architects 
Markus Wespi, Jérôme de Meuron 

Consultores Consultants
Fritz Allenbach (estructura structure

Fotos Photos
Hannes Heinz