El tramo de la Diagonal que atraviesa el Distrito 22@ —área de reinvención de la ciudad ligada a las nuevas tecnologías— está marcado por una secuencia que, teniendo por fondo la conocida silueta de la torre Agbar, comienza en la nueva sede del grupo de comunicación Mediapro. Por su situación, el diseño del nuevo edificio atiende de manera especial a las características del entorno urbano, y su volumen se ha modelado según alineaciones y directrices visuales. Así, se ha girado el testero principal para presentar una fachada frontal a la avenida; las cuatro primeras plantas se han perforado para ofrecer una salida a la calle Bolivia y focalizar su perspectiva; y en el nivel inferior, la torre se desvía del borde de la parcela para generar un nuevo plano que permite abrir las visuales del edificio colindante.

Estas operaciones dan al volumen un aire escultórico, intensificado por el voladizo de la torre y su arista resultante, así como por el cuerpo horizontal, de fachada transparente, que abraza la nueva plaza triangular.

Por su diseño diáfano, la torre de oficinas ofrece una gran flexibilidad de uso, gracias a la inexistencia de pilares o estructuras intermedias. La configuración de las distintas plantas es diferente, lo que permite una cierta especialización funcional de los programas, más allá de la separación fundamental entre el cuerpo horizontal, que alberga la producción y docencia audiovisual, y la torre, donde se encuentran las áreas de gestión empresarial.

La versatilidad de la distribución interior se apoya asimismo en el empleo de un modelo único y repetido de ventana, desarrollada en continuidad en todas las fachadas, que ofrece una buena iluminación y vistas de la ciudad desde cualquier punto de la torre. Los vidrios en el interior de la retícula evitan el deslumbramiento y quedan protegidos de la insolación directa, del agua y de la suciedad.

El esqueleto del edificio coincide con su forma final debido a su estructura perimetral. La retícula de pilares en fachada y las losas permiten considerar el conjunto como una gran viga vierendel, ya que la fusión de las membranas o diafragmas estructurales con las losas postesadas posibilita grandes luces y da rigidez al conjunto. Con este sistema, las zonas con menos carga de la fachada colaboran solidariamente a soportar los esfuerzos de las partes de la retícula más tensionadas, en una suerte de democracia estructural. Finalmente, la mayor altura de los pilares en las plantas bajas y en la última —dedicada a las instalaciones—así como la pintura de color bronce acerado empleada en la estructura y los cercos de las ventanas, otorgan al edificio la imagen clásica y firme de los grandes rascacielos... [+]