Tanatorio de Monuta, Apeldoorn
Atelier Zeinstra Van der Pol 


La progresiva secularización de los cementerios en Europa occidental, desde que en el siglo XVIII fueran segregados de las iglesias y expulsados a la periferia de las ciudades por razones de salubridad, alcanza un nuevo estadio con instalaciones como la de Apeldoorn, un tanatorio que sin la proximidad de una capilla, un cementerio o tan siquiera un crematorio, se inserta en el nuevo barrio residencial de Monuta como una dotación más. Reflejo de la comunidad multicultural a la que presta servicio, el tanatorio es un contenedor flexible y neutro capaz de actuar de telón de fondo para la iconografía de las distintas confesiones presentes en la sociedad holandesa. Sin ningún signo religioso que lo identifique, el tanatorio es así un volumen alargado y de baja altura que flanquea la carretera de acceso al distrito y pasa casi desapercibido entre las hileras de vivienda unifamiliar que conforman su entorno más inmediato.

Señalando el acceso, la recepción, las oficinas y la zona expositiva se agrupan en un volumen de dos plantas que remata el edificio por el extremo este. A él se adosa el cuerpo de un solo nivel en el que se ubican las zonas de espera y los velatorios en una sucesión que alterna lo construido con pequeños patios. En estos atrios reducidos, un umbral cubierto permite el acceso privado de cada familia a su sala correspondiente. Así, con una arquitectura menuda y próxima —de escala casi doméstica— se intenta reproducir la atmósfera íntima tradicionalmente asociada al ritual del duelo, cuando el velatorio tenía lugar en la casa del difunto y los familiares y amigos se despedían de él en su propio entorno durante toda la noche previa al entierro.

Para lograr el aislamiento necesario en un edificio de estas características, una pantalla de madera —de ochenta metros de longitud— actúa de filtro psicológico y acústico entre la carretera y la construcción mixta de muros de ladrillo y estructura metálica que sustenta las losas de hormigón de la cubierta. Como un biombo de listones de cedro de distinto tamaño, esta fachada acusa con grados de apertura deferentes lo que ocurre tras ella, dejando rendijas grandes allí donde se encuentran los patios y otras menores aunque más frecuentes en la banda superior por la que se filtra la luz que ilumina las estancias. Como vitrinas realizadas enteramente de vidrio y carentes de carpintería, una serie de miradores prismáticos en toda la altura del edificio interrumpen este plano de madera estableciendo relaciones visuales con el exterior, y ayudando a identificar el tanatorio como edificio público...[+]


Cliente Client
Monuta Uitvaartgroep

Arquitectos Architects
Atelier Zeinstra Van der Pol; Herman Zeinstra (proyecto project)

Colaboradores Collaborators
Jan van den Berg (coordinador coordinator); Veronika Selig (arquitecta architect

Consultores Consultants
Dunning (estructura structure)

Contratista Contractor
Aanemersbedrijf Draisma  

Fotos Photos
Herman Zeinstra