Jetavana es el nombre del bosquecillo por el que, según la tradición, paseó, meditó y rezó Buda, y también el nombre de un centro religioso situado en Sakharwadi (India), que forma parte de una refinería de productos biológicos cuyos trabajadores profesan en su mayoría la rama Theravada del budismo. La referencia mítica y el contexto —una zona boscosa— hacen de la presencia de los árboles el argumento del proyecto, que consiste en un conjunto de pabellones de cubiertas tradicionales y estructura de madera. De estos pabellones, el dedicado a los estudios budistas adopta una configuración lineal y se compone de tres estratos. El superior es una gran cubierta que sombrea el espacio y está compuesta por dos faldones inclinados hacia el medio, donde se sitúa una gran viga de hormigón armado que hace las veces de canalón de recogida del agua de lluvia. El estrato inferior está formado por muros de tierra compactada que se perforan para convertirse en ventanales o nichos, el más importante de los cuales —ubicado en el remate del eje longitudinal— alberga una imagen de Buda. El estrato intermedio se corresponde, en realidad, con el vacío que queda entre los soportes inclinados de madera que sujetan la cubierta a los muros inferiores; un vacío que permite ventilar adecuadamente el edificio y que enmarca poéticamente la vista de las copas de los árboles...
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