Situado en el Parc del Alba de Cerdanyola del Vallès, uno de los mayores polos de actividad económica del Área Metropolitana de Barcelona, y construido para el mismo propietario que el de Massimo Dutti en Tordera y el de Pull & Bear en Narón, el edificio incorpora, dada la similitud de programa, algunas de las soluciones tipológicas desarrolladas en aquellos proyectos —la estructura palafítica, el emplazamiento del aparcamiento de vehículos bajo el edificio, la organización de la planta en franjas paralelas y la orientación de la sala principal a norte—, pero adaptándolas a la especificidad del lugar. La forma irregular y la fuerte pendiente del solar hacen evolucionar la planta, modificando el tamaño de las franjas y el encaje entre ellas, así como la sección, que deja el edificio enterrado en uno de sus lados, lo que propicia que la entrada se realice a través de un zócalo y de un patio al aire libre.

La sostenibilidad es la base del diseño de las fachadas, con un sistema interactivo de lamas verticales que, más allá de otorgar al edificio una imagen singular, garantizan la eficiencia energética mediante sistemas domóticos de gestión. La reducción del consumo de agua, el uso de materiales reciclables y de proximidad y la conexión a la red de District-Heating le permiten obtener una certificación LEED.