Fruto de un concurso internacional de ideas convocado por la Universidad Bocconi para ampliar sus instalaciones en Milán, el proyecto del nuevo campus se sitúa en unos terrenos libres al sur del recinto universitario actual, entre un parque y el entorno urbano próximo al centro de la ciudad italiana. El plan para el recinto universitario propone una escuela de negocios, un centro deportivo y una residencia de estudiantes en una superficie de 35.000 metros cuadrados, 17.000 de los cuales se destinan a zonas verdes. Las nuevas instalaciones se agrupan en un conjunto de volúmenes de líneas curvas y fachadas transparentes que cierran patios y jardines y que se comunican por galerías abiertas, estableciendo una relación fluida y no jerárquica entre los diversos espacios del campus. La sucesión de recintos porticados hace referencia a los típicos claustros de los palacios milaneses. La crujía de los edificios y sus alturas se adaptan al uso propuesto, manteniendo una relación que permite la máxima iluminación y ventilación naturales. Asimismo, el proyecto incorpora funciones de ahorro energético como cerramientos aislados con regulación del porcentaje de transparencia, sistemas de reciclaje de agua y empleo de colectores solares para abastecimiento energético.