Un camino circular que apoya su recorrido sobre un muro y nueve piezas independientes situadas en distintos puntos del paisaje componen el ‘círculo de interacción’, nombre con el que se ha bautizado esta casa dentro del conjunto de la exposición. El solar comprende una suave ladera con montículos que interrumpen la pendiente continua con vistas privilegiadas sobre el lago, así como la orilla misma del lago, que la casa sobrepasa para apropiarse de parte de la lámina de agua.

Los nueve volúmenes se diseminan colonizando el paisaje a modo de pabellones exentos: unos se sitúan contra la pendiente, otros se elevan sobre lo alto de los montículos y otros se hallan completamente rodeados de agua. El muro los va uniendo y genera un recorrido completo que da paso a las piezas y permite disfrutar de largos paseos con vistas cambiantes. En el centro del círculo se sitúa, como una huella en el territorio, el vaso de la piscina. El programa comprende entre otros una sala de conferencias, un baño público, una habitación principal y seis pabellones de invitados. Los interiores encuentran acomodo entre los muros de vidrio, mientras los muros opacos se han pintado de blanco, enfatizando la condición de dibujo en el paisaje del que goza toda la composición... [+]