Desarrollado en el marco del Plan de Reconstrucción Sustentable (PRES) de Constitución, el nuevo paseo costero ofrece una ruta que nace en la ciudad y recorre el litoral pacífico cercano a ella. El proyecto comprende una serie de miradores costeros conectados que van desde la desembocadura del río Maule hasta el Puerto de Maguellines, con el fin de potenciar y poner en valor el patrimonio natural. Esta costa está caracterizada por enormes conjuntos rocosos con alto valor paisajístico pero que suponen, también, enormes obstáculos para recorrer la zona. El circuito proporciona un zócalo accesible de cinco tramos, asociados a una ciclovía de 4,5 kilómetros, que busca reactivar el turismo local —una industria que quedó severamente afectada tras el terremoto de 2010—.

Los miradores son elementos de geometría básica que enmarcan las vistas, formados por tres caras de madera y una barandilla de seguridad en el frente que se abre hacia el paisaje. Una fina solera de hormigón define los caminos de acceso desde la vía principal hasta los miradores y, en ciertos casos, se crean escaleras que recorren la pendiente. El espíritu general de la intervención busca promover el disfrute del medio natural y minimizar el impacto que éste produce en el paisaje.