La Ruta del Peregrino es un camino con más de dos siglos de antigüedad que recorre algunos municipios del estado mexicano de Jalisco. La ruta más común, que nace en Ameca y establece un peregrinaje de 117 kilómetros hasta Talpa de Allende para llegar a la basílica de Nuestra Señora del Rosario, es recorrida por más de tres millones de personas al año, especialmente durante el mes de marzo. Dada la importancia de esta romería y la ausencia de infraestructura de apoyo a lo largo del camino, en 2008 se puso en marcha un proyecto que proporcionase servicios básicos, alojamientos, observatorios y santuarios a los peregrinos. Este mirador forma parte de un conjunto de quince intervenciones que fueron encargadas a diferentes estudios internacionales y coordinadas por los mexicanos Dellekamp Arquitectos.

El punto de observación se forma con un prisma que emula una piedra hueca y doblada que descansa sobre una ladera, con el propósito de proporcionar sombra, ventilación cruzada y una panorámica del valle en el punto más alto del camino. Realizada enteramente en hormigón, la pieza se concibe para que pueda envejecer como un elemento natural sin requerir mantenimiento, para evitar los altos costes que conlleva acceder a un lugar tan remoto.