Ubicado en Paddington Basin, al sur de Little Venice, y concebido como un espectáculo extraordinario para quienes frecuentan esa zona de Londres, el puente enrollable de 12 metros de longitud es capaz de cambiar de forma, pasando de ser una sola plataforma sólida a una estructura circular dispuesta a orillas del canal.

En vez de diseñar un único elemento rígido que pudiera moverse para permitir el tránsito, el Rolling Bridge se despliega lenta y suavemente para dejar de ser una pasarela peatonal y convertirse en una plataforma circular. El puente está compuesto por ocho partes de acero, se reviste con tablones de madera oscura que dotan de calidez a la estructura y dispone una grata plataforma para los peatones. La idea del proyecto fue construir un puente que se desplegara de una manera sensual, asumiendo una metamorfosis completa en vez de levantarse simplemente y desaparecer del camino.

Para su funcionamiento, el Rolling Bridge utiliza un complejo sistema de arietes hidráulicos que yerguen verticalmente el puente y alzan las juntas, haciendo que toda la estructura se pliegue. A medida que se pliega, cada una de las ocho partes se levanta, de manera que el conjunto se va doblando hasta que los extremos se tocan para conformar un círculo.