Senda en el bosque de Kadriorg
Tetsuo Kondo 

Senda en el bosque de Kadriorg

Tetsuo Kondo 


Como parte del programa de eventos celebrados durante 2011, año en el que Tallin fue, junto a Turku, en Finlandia, Capital Europea de la Cultura, un conjunto de arquitectos y artistas fueron convocados mediante diferentes concursos a aportar sus ideas para la construcción de una serie de instalaciones efímeras que durante aquel año se emplazarían en diferentes enclaves de la ciudad.

Entre ellos, el Parque de Kadriorg, situado a sólo quince minutos del centro, es uno de los más significativos. Se trata de un bello lugar cuya atmósfera está definida por la presencia de un bosque formado por árboles de más de trescientos años de antigüedad, que rodean un palacio barroco construido por los zares durante la época de la ocupación rusa.

Partiendo de la presencia física del bosque y buscando su trazado entre los troncos y las ramas centenarias, una singular pasarela propone un recorrido aéreo, alternativo a las caminos del parque, y que a lo largo de los 95 metros de su desarrollo lleva al caminante por una senda en espiral, devolviéndole a un punto cercano al de partida después de haberle aproximado a las copas de los árboles.

Inspirada en una pieza semejante diseñada por el autor para la Bienal de Venecia de 2010, la pasarela consiste en un estructura ligerísima, casi etérea, formada por un viga continua con una sección híbrida compuesta por un tubo circular de acero, de 139 milímetros de diámetro, y pletinas del mismo material que, con su cinco milímetros de espesor, conforman el tablero al que se suelda la barandilla.

La característica más singular de la pasarela estriba en la pericia estructural con la que ha sido calculada, y en la precisión con que ha sido construida, de manera que pueda desplegarse por el bosque sin ningún tipo de apoyo vertical intermedio, confiando su estabilidad tanto a su propia forma como a las casi invisibles bridas que la sujetan a los troncos más cercanos. De este modo, la ligereza de la pieza depende de la naturaleza, con la cual acaba dialogando tanto estética como tectónicamente.

Obra

A Path in the Forest, Tallin, Estonia.

Arquitecto

Tetsuo Kondo.

Consultores

Mutsuro Sasaki, Yoshiyuki Hiraiwa / SAPS, Sasaki and Partners (estructura).

Fotos

Tetsuo Kondo Architects.