Palomar en Villalba de los Alcores
Roberto Valle- Tipo Rehabilitación
- Material Hormigón Ladrillo Cerámico
- Fecha 1996 - 1997
- Ciudad Villalba de los Alcores (Valladolid)
- País España
- Fotógrafo Ricardo González
El estudio profundo de la arquitectura popular de una geografía revela, la mayoría de las veces, que la presencia de los elementos que la conforman no es ni mucho menos aleatoria. En el entorno de Villalba de los Alcores, una parte de la provincia de Valladolid cercana a la Tierra de Campos palentina, la tipología tradicional de los palomares destaca entre el resto de las construcciones de la zona por su originalidad, por su presencia en todos los pueblos de los alrededores y por la cantidad de variaciones que admite. En esta localidad, y en los límites de la denominada Finca de Matallana, se ha construido a instancias de la Diputación un nuevo palomar en el lugar que ocupaba el original —resuelto con unos muros de tapial que albergaban los nidos— , cuyo estado ruinoso hizo inviable su recuperación.
El criterio que se siguió para llevar a cabo el proyecto intentó reinterpretar lo existente con materiales actuales sin desvirtuar la esencia y la sabiduría de la arquitectura popular. Lo construido recupera exactamente la geometría y proporciones de su precedente, así como la distribución interior. En el exterior, la nueva edificación propone un remate de cubierta con una losa y cuatro vigas soportadas por cuatro pilares blancos de hormigón armado, que sustituyen la estructura de madera y teja, y unos muros también de hormigón, esta vez ocre, encofrados en tongadas horizontales con un sistema de tablas de madera, cuya proporción y anclajes imitan el tapial de los paramentos originales. La puerta se resuelve con tablones verticales de pino sobre una estructura de pletinas de acero galvanizado.
Las calles interiores se distribuyen como las del antiguo palomar, pero se construyen con bloques de hormigón prefabricado de color blanco, que permiten la formación de los nidos sobre una tablilla de madera colocada en el interior de cada cubículo. En total, cuenta con 60.000 nidos. Una pieza especial curva, situada en la parte superior, resuelve el tema de los comederos. En la cubierta se abre un hueco central que permite la entrada y salida de las aves y la iluminación interior del patio...[+]