Construido en 1929, el edificio residencial Mas de Miquel fue diseñado por Domènec Sugrañes, discípulo de Antoni Gaudí. Un atrio de nueve niveles de altura, completamente decorado, proporciona entrada a todas las viviendas. El encargo que recibió el estudio Metronom arquitectura consistía en reformar y transformar un piso en un espacio flexible para oficinas. Todo el trabajo artesanal de los elementos originales ha sido restaurado meticulosamente, incluyendo las molduras y las puertas de madera. Se utiliza una nueva piedra natural local en los suelos, reproduciendo la disposición del pavimento hidráulico original, que resultó dañado y parcialmente perdido durante sucesivas renovaciones parciales.

Por un lado, se ha introducido un nuevo sistema de accesos y distribución para organizar una funcionalidad más fluida y crear nuevas perspectivas cruzadas. Esto se logra mediante dos paredes curvas inspiradas en el atrio ovalado del edificio. Por otro lado, la planta del piso se divide en dos partes: una conectada a la fachada (manteniendo el estilo noucentista) y la otra vinculada al atrio (anteriormente la zona de servicio, ahora con una atmósfera contemporánea). Es en esta última parte donde se encuentran todas las nuevas instalaciones, que incluyen la cocina de las oficinas, los baños, y los sistemas ocultos de renovación del aire y de climatización.