Este proyecto de rehabilitación transforma un edificio industrial, construido en 1850 en el barrio barcelonés del Ensanche, en las oficinas de la Fundació Bofill, una entidad sin ánimo de lucro creada en 1969 con el objetivo de promover el cambio social de nuestro país. Obra de la firma GCA Architects —fundada en 1986 por Josep Juanpere y Antonio Puig—, la intervención revela las capas históricas de esta construcción, prolongando la vida útil de la estructura fabril, ejemplo de patrimonio protegido.

Una exploración meticulosa determinó qué elementos del edificio debían preservarse y restaurarse. Este bloque de 21x21 metros muestra sus muros de ladrillo y vigas de madera, reforzados con adiciones de acero pintadas de gris oscuro. El ritmo de la estructura y las ventanas existentes se resaltan mediante la ordenada inserción transversal de la iluminación técnica y de las instalaciones. La superposición de elementos con estéticas diferentes pero armónicas permiten leer la historia entre las líneas geométricas que se forman en el techo.

Una serie de paneles móviles y cortinas reconfiguran un espacio multifuncional de eventos de 250 metros cuadrados en la planta baja. La intervención convierte la antigua fábrica en una construcción altamente eficiente, donde se han instalado 32 paneles fotovoltaicos que cubren una parte considerable de los gastos energéticos del edificio.