Ubicada en Barcelona, la Acid House es fruto de la reconversión de una fábrica en un centro de innovación empresarial. Planteado desde la economía de medios, el proyecto mantiene la distribución original en dos zonas diferenciadas: de un lado, la nave mayor, destinada a oficinas; del otro, la nave secundaria, donde se han ubicado los despachos, el escaparate, las salas de reuniones y la cafetería. Todos estos ámbitos se han tratado con un acabado uniforme de color blanco, que se extiende sobre las diferentes texturas originales. En este ambiente homogéneo pero que evoca el paso del tiempo, los distintos usos se distinguen gracias a las mesas, la gradas y la escalera, que se desvinculan de lo construido...
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