El yacimiento de Naga es uno de los emplazamientos históricos más importantes del actual Sudán, ya que contiene las ruinas del que fue uno de los centros religiosos del antiguo reino de Kush. Situado a unos 50 kilómetros al este del Nilo, y a tres horas en coche desde Jartum, el proyecto se encuentra a los pies de la montaña Jebel Naga, junto a un wadi con un pozo donde los pastores beduinos llevan sus rebaños a beber, una pequeña caseta de vigilancia y un edificio temporal para arqueólogos. La nueva edificación servirá para almacenar los hallazgos encontrados en la excavación cercana hasta poder transportarlos a un lugar más seguro, y al mismo tiempo, se utilizará como espacio de exposición.

La estructura se realiza en hormigón compactado con arena local, mientras que la cubierta se ejecuta con elementos prefabricados que se solapan entre sí de manera similar a las cubiertas tradicionales de tejas. Este sistema da lugar a una sección longitudinal en forma de cuña en donde los espacios se suceden linealmente en una secuencia rematada por un mirador cubierto. Los muros del proyecto son ciegos para proteger el interior tanto de la adversa climatología del desierto como de posibles saqueadores, y la iluminación proviene fundamentalmente de la luz que se filtra entre los perfiles del techo.