Situado en el centro de la ciudad más poblada de Alaska, el Museo de Anchorage del Rasmuson Center surgió como una iniciativa común entre entes públicos y privados para conmemorar los cien años transcurridos tras la compra de Alaska a Rusia. El museo abrió sus puertas en 1968 con una exposición de sesenta pinturas y 2.500 objetos históricos y etnográficos cedidos de manera temporal por la Sociedad Histórica local. En los años 1980, y gracias a los ingresos obtenidos por el petróleo, se financiaron una serie de proyectos a lo largo del estado. Entre estas actuaciones, conocidas como ‘Project 80s’, destacó la ampliación de 13.000 metros cuadrados del Museo de Anchorage (1986), que incluía la construcción de la Galería Alaska: un espacio para la exposición permanente de las colecciones históricas y etnográficas del museo, dotadas en la actualidad con más de 17.500 objetos, 2.000 piezas educativas y 350.000 fotografías. 

La nueva ampliación de 8.000 metros cuadrados es, además, la encargada de reubicar el acceso del edificio. La propuesta se estructura en cinco volúmenes prismáticos y paralelos de diversas alturas y longitudes, dispuestos a lo largo de la fachada oeste de la construcción existente. Esta configuración es la que permite dotar de una nueva entrada a la institución, orientada al centro de Anchorage. Se genera así una plaza pública en el frente del edificio, un nuevo espacio de relación para la ciudad. 

La fachada de vidrio, que recubre la totalidad del volumen de cuatro plantas, está recorrida por un patrón de bandas verticales que reflejan el cielo y las montañas de los alrededores. Estas bandas reflectantes no impiden disfrutar de vistas del exterior, orientando a los visitantes respecto al paisaje y al contexto urbano circundante. Entre las dos hojas de vidrio que conforman la fachada se sitúan los elementos de protección solar en forma de cortinas enrollables. En los interiores, la estructura rítmica de hormigón, que permanece visible, determina el carácter de los nuevos ámbitos. Entre las columnas se levantan las particiones que encierran las diversas salas con exposiciones. En los espacios públicos principales, como el vestíbulo de entrada, el atrio de circulación y las galerías expositivas, se han empleado materiales, acabados y colores diversos, dotándolos así de una identidad propia. 

La nueva ampliación albergará el Centro de Estudio Árticos, con 600 objetos de la colección etnográfica de los nativos de Alaska procedentes del Museo Nacional de Historia Natural y del Museo Nacional de los Indios Americanos, ambos pertenecientes a la Smithsonian Institution.