El Museo Zhejiang de Historia Natural es la pieza central de un nuevo sector cultural cerca de Dipuzhen, en el este de China, una zona conocida por sus amplios bosques de bambú. El museo se emplaza en un parque natural, en la parte superior de un terreno en pendiente desde el que se divisan los arrozales del valle inferior.

Como en el Museo de la Cultura Liangzhu, construido por David Chipperfield Architects en la misma provincia de Zhejiang, los espacios de exposición se concibieron como interiores neutrales pintados en negro que podían albergar todo tipo de colecciones, por lo que el énfasis del equipo de diseño se puso en potenciar la relación del edificio con el paisaje. El museo se compone de un pabellón de acceso, ocho volúmenes de exposición de una sola altura y un cuerpo bajo adicional en el extremo sur, que enmarcan un jardín central escalonado con un desnivel total de doce metros. El conjunto se articula con una loggia que remite a la planta clásica del claustro: un recorrido cubierto que enhebra los accesos a las distintas salas y que actúa como elemento de transición entre el interior y el exterior. El edificio cuenta con cubiertas ajardinadas, cuyos amplios voladizos generan pórticos que refuerzan la conexión del visitante del museo con la naturaleza circundante.