Situado junto al mar, este conjunto cultural genera a su vez un nuevo espacio público en la ciudad de Progreso, perteneciente al estado mexicano de Yucatán. Los volúmenes de diferentes alturas están dispuestos en una retícula que cubre una plaza. Esta presenta una cubierta transitable con diferentes niveles que permite realizar un recorrido diagonal uniendo las dos esquinas ajardinadas. El eje opuesto está ocupado por piezas más altas que incorporan tragaluces y en su encuentro con la calle están recortadas con formas triangulares, abriéndose a la playa. El patrón triangular se repite en el interior con soportes que articulan los diferentes espacios. A nivel de suelo, los caminos serpenteantes fluyen a entre vegetación y estanques.

El museo ocupa la esquina sureste de la plaza con ocho volúmenes. La construcción combina elementos de la tradición maya —como el revestimiento de chukum, material seleccionado por su durabilidad y bajo coste de mantenimiento—, con conceptos de la arquitectura contemporánea.