En un viñedo centenario de la isla de Samos se inserta este centro dedicado a la Metaxa, una bebida griega destilada, que Spyros Metaxas comenzó a elaborar en 1888. Las vides de uva moscatel se extienden por debajo del pueblo de Vourliotes, en una secuencia marcada por muros de piedra restaurados, que se levantaron para domar la pendiente y formar terrazas donde pudieran cultivarse. El proyecto preserva la característica dominante del paisaje escalonado en bancales, con un trazado a lo largo de los muros donde se incrustan construcciones pétreas de una planta, diseminadas en la topografía preexistente.

La firma de Atenas K-studio buscó contar la historia y los procesos productivos de este licor a través del paisaje, conectando las salas de exposición y degustación con escaleras y caminos de piedra. El viaje de los visitantes se desarrolla entre las viñas, tanto bajo tierra como en la superficie. El recorrido está segmentado en tres partes que se pliegan en el terreno. La primera, denominada Topos, es un espacio subterráneo que permite a través de una abertura de vidrio ver las vides con sus raíces. La segunda, Cronos, donde los visitantes pueden degustar los licores. Finalmente, el Bar Metaxa ofrece una terraza con una pérgola tejida con vegetación y vistas al mar.