Pai Town es una pequeña localidad situada al sureste de la región autónoma del Tíbet, en una zona agreste y dura a la que dotan de carácter los picos del Himalaya. Entre ellos destaca el monte Namcha Barwa, de 7.782 metros de altura, que está rodeado por un profundo y rocoso desfiladero de 400 kilómetros de longitud por donde discurre con indiferencia el río Yarlung Tsangpo.

En las estribaciones del monte se halla este centro de visitantes casi secreto, al que se llega por una serpenteante carretera y cuyo complejo programa (recepción, aseos públicos, tienda especializada, bar, centro médico, vestuarios, salas de reunión, oficinas para guías y chóferes, aljibe y central eléctrica) se ha concebido para proveer al senderista o escalador de todo lo necesario para practicar su deporte con ciertas garantías.

Encastrado en la colina, el edificio está formado por cinco bandas funcionales dispuestas en paralelo, que están delimitadas por poderosos muros de un metro de espesor revestidos de piedra local, de manera que, cuando llega al enclave, al visitante le cuesta distinguir el paisaje artificial del natural. Extendidos fuera como si fuesen barreras de contención, los muros se separan dentro para conformar los espacios de tránsito, las zonas comunes y los distintos locales, y sólo se perforan para capturar las impresionantes vistas de las cumbres tibetanas.