Laboratorios Novartis en Basilea
Rafael Moneo 

Laboratorios Novartis en Basilea

Rafael Moneo 


El laboratorio se instala en el campus de Novartis en Basilea, en el que los edificios —autónomos en razón de su uso— pueden entenderse como manzanas de un miniaturizado Manhattan que se han confiado a diferentes arquitectos para garantizar la diversidad del conjunto. En este caso, el obligado pórtico que el plan de Lampugnani demandaba se transformó, gracias a una estructura metálica potente, en un episodio arquitectónico con vida propia y capaz de mantener el pulso a que fuerza la presencia del cercano edificio de Frank Gehry.

La estricta normativa urbanística se cumplió con creatividad y ligeros cambios: alturas de cornisa uniformes, galería porticada y entrada principal hacia la Fabrik­strasse, alineación de las fachadas a la calle y respeto a la trama urbana. Por su parte, el programa de necesidades estaba estrictamente definido: un restaurante cafetería en planta baja, con mayor altura de techos, y cuatro plantas de laboratorios.

La clave del proyecto reside en la planta tipo, es decir, en la composición estructural y organización de los laboratorios. La crujía del edificio (29,60 metros) y la tecnología modular de las instalaciones de las unidades de trabajo (6,80 metros) determinan el diseño. Dicha crujía era insuficiente para la disposición de un atrio central —como puede verse en los cercanos laboratorios de Krischanitz, de mayor anchura—, por lo que se decidió ‘dar la vuelta’ a la tipología habitual para permitir que la luz natural llegase hasta el núcleo del edificio. Colocados los laboratorios en ese núcleo, las circulaciones se dispusieron perimetralmente, de suerte que, desde la fachada hacia el interior, pudiera darse la siguiente secuencia de espacios: pasillo, despachos individuales para trabajo de oficina, laboratorios individuales y área de laboratorios colectivos. Este ‘dar la vuelta’ a las funciones tuvo otra ventaja: la comunicación visual del edificio con el campus. De esta manera, la arquitectura fomenta el encuentro espontáneo entre colegas, el intercambio de opiniones y las vistas hacia el exterior. Este estilo extrovertido es diametralmente opuesto a la naturaleza concentrada del trabajo de laboratorio.

La entrada principal se encuentra bajo la ‘arquería’, resuelta con dos pilares y una gran cercha. Tras atravesar una pared de vidrio con una ligera curvatura, a la derecha se accede a los laboratorios; a la izquierda, al comedor-cafetería. En la entrada, un grafiti de Katharina Grosse contrasta con la sobriedad de la arquería. Por lo demás, el edificio asume en su envoltura diferentes grados de permeabilidad: mientras que las fachadas norte, sur y este se protegen con un sistema de persianas textiles, en la oeste una protección fija permite vistas al parque...[+][+]


Cliente Client
Novartis Farmacéutica/Novartis Pharma AG

Arquitecto Architect
Rafael Moneo

Colaboradores Collaborators
Hayden Salter (arquitecto asociado associate architect); Agatángelo Soler, Edgar Sarli; Wirth+Wirth (arquitectos locales local architects); Henn Architekten, Kai Henne (planificación general general planner)

Consultores Consultants
Lüschinger+Meyer (estructuras construction engineer); Ing. Büro Mayer (instalaciones mechanical engineer); 
Dr. Heinekamp (ingeniero laboratorio laboratory engineer); Herzog Kull Group (ingeniería eléctrica electrical engineer); Katharina Grosse (artista artist)

SuperficieFloor area
14.465m²

Fotos Photos
Duccio Malagamba