El centro histórico de Innsbruck en torno a la Maria-Theresien-Straße conserva el trazado pintoresco propio de una villa medieval que se ha ido desarrollando paulatinamente a lo largo de los siglos. El nuevo Kaufhaus Tyrol es una intervención de grandes dimensiones que se inserta con respeto en este entorno histórico sin renunciar a una imagen rotunda diseñada con una gran sensibilidad urbana. El edificio ocupa el solar de los anteriores grandes almacenes Tyrol, extendiéndose de un lado a otro de la manzana a partir de un gran atrio central que es el corazón funcional y simbólico del proyecto. El conjunto también incorpora la colindante Schlinderhaus —una edificación del siglo XVI que había ido sufriendo modificaciones significativas a lo largo del tiempo—, cuya fachada fue minuciosamente restaurada y a la que se añadió una planta adicional para albergar oficinas, salas de reunión y el antiguo Schindler Café.

La fachada principal del centro comercial se quiebra en tres planos ligeramente inclinados que responden a la traza irregular de la Maria-Theresien-Straße. En el centro de la composición, el edificio se hace más alto para destacar visualmente la puerta de acceso. La imagen más característica del proyecto es su frente a modo de columnata, cuyo marcado contraste entre la estructura y los huecos de gran tamaño establece una continuidad escénica con el juego de luces y sombras característico de las fachadas históricas cercanas, ricamente modeladas con salientes y relieves. Los pilares de la envolvente están formados por elementos prefabricados de hormigón con agregados de piedra natural, y han sido tratados con un proceso abrasivo a alta presión para enfatizar la textura del material. Las carpinterías están embebidas en el pilar, y se retranquean unos 80 cm respecto a la línea de fachada para acentuar la sensación de profundidad del cerramiento.

La cara trasera del centro comercial a la Erlerstraße retoma el motivo de columnas y aperturas de grandes dimensiones de la fachada oeste. Sin embargo, a diferencia de la anterior no se trata de una envolvente estructural, circunstancia que se expresa con el empleo de un material diferente, en este caso, aluminio anodizado. Este lateral cuenta con un acceso a la calle para permitir que los consumidores puedan cruzar la manzana a través del edificio, atravesando en su recorrido el gran atrio del centro comercial. Este espacio, que cuenta con una altura libre de cinco plantas y se ilumina cenitalmente con luz natural, orquesta los recorridos interiores entre los distintos niveles y es entendido como el lugar de encuentro e intercambio que sirve de escenario para la actividad comercial.


Obra Work
Kaufhaus Tyrol

Cliente Client
Signa Holding GmbH, Innsbruck

Arquitectos Architects
David Chipperfield Architects Berlin; David Chipperfield, Christoph Felger (director de diseño design lead), Harald Müller —socios partners—; Hans Krause, Ulrich Goertz (directores de proyecto project architects), François von Chappuis, Florian Dietrich, Kristen Finke, Ole Hallier, Paul Hillerkus, Guido Kappius, Mikhail Kornev, Katrin Löscher, Michael Schmidt, Lukas Schwind, Boris Wolf (equipo de proyecto project team)

Colaboradores Collaborators
Dieter Mathoi Architekten ZT (ejecución executive architect); BauManagement Oswald (supervisión de obra site supervision); dibral, Dipl.-Ing. Alfred R. Brunnsteiner ZT (estructura structural engineer); Wagner & Partner ZT (instalaciones services engineer); Neumann & Partner (incendios fire consultant); gkp Fassadentechnik (fachada facade consultant); matí Lichtgestaltung (iluminación lighting consultant)

Fotos Photos
Ute Zscharnt for David Chipperfield Architects