El nombre de la gran estructura con la que acaba de ampliarse el zoológico de Leipzig, Gondwanaland, alude al continente primigenio surgido de Pangea y que dio pie a Sudamérica, África y el sur de Asia, regiones cuyas especies vivas tienen, por esta razón, antepasados comunes. El nombre, por tanto, resulta apropiado para esta dotación destinada al estudio de la evolución animal y vegetal desde la primera separación de los continentes, una investigación que consiste en el seguimiento de 45 especies de animales en el contexto de un bosque húmedo tropical.

Para conseguir las condiciones de temperatura y humedad adecuadas, sobre todo en los meses de invierno, la estructura está cubierta con un casquete esférico traslúcido que permite aumentar de manera natural la temperatura en el interior de la instalación, gracias a que la geometría y los materiales producen un beneficioso efecto invernadero. Mientras que la sección esférica garantiza un coeficiente de forma óptimo para conservar el calor, la piel exterior está formada por cojines de ETFE de triple capa, dotados de una gran capacidad termoaislante y susceptibles de regular adecuadamente la entrada de la radiación solar a lo largo de todo el año.

Esta piel de un metro de espesor está sostenida por una estructura de arcos de acero que se cruzan para formar un invernadero de un tamaño extraordinario: 160 metros de luz; 40 metros de altura en el extremo superior del casquete esférico; y 7,5 metros en las esquinas, una dimensión concorde con la escala urbana de los edificios colindantes.