Gobierno Canario, Santa Cruz de Tenerife

Felipe Artengo  Fernando Menis  José María Rodríguez Pastrana 


Con un emplazamiento ligado a los momentos fundacionales de la ciudad, la sede de la Presidencia del Gobierno constituye el punto de arranque para la rehabilitación urbana del centro histórico de la capital canaria. Planteado como una macla rotunda de volúmenes fisurados de basalto y hormigón, el edificio establece desde la costa un diálogo de ecos con el perfil abrupto de la cordillera de Anaga, asentado sobre una alfombra de adoquín basáltico que unifica la plaza donde el palacio presidencial comparte escenario con una ermita, un cuartel y un bosquete de laureles.

Las masas ciclópeas de la sede de la Presidencia del Gobierno de Canarias no permiten intuir la fragilidad del patio de teca de la casa Hamilton, reconstruido en su interior como icono de la memoria colectiva.

Con masas ciclópeas de vocación volcánica, esta construcción atesora en su interior el patio reconstruido de la casa Hamilton, una reliquia de madera de teca que quiere perdurar como icono de la memoria colectiva sin renunciar a ser semilla de lo nuevo. El punto de confluencia de este cráter central con el paso horizontal que atraviesa el edificio forma un ámbito singular caracterizado por el tránsito de visitantes, la transparencia de vistas y la entrada de luz y de brisa. La inevitable estratificación de funciones requerida por la institución se traduce en un tratamiento diferenciado de cada piso. Así, el carácter público de la planta baja se identifica con un espacio de grandes vanos, libre de soportes, que alberga la biblioteca y el salón de actos. Su papel como escenario protocolario queda patente en el paso de carruajes que permite a los invitados ofi-ciales acceder en coche hasta el mismo pie de la escalera. De uso más restringido, la planta superior acoge la zona administrativa junto a una sala de recepciones abierta al jardín habilitado sobre la cubierta del auditorio. A modo de escultura, el apartamento presidencial —un dúplex abierto al cielo—remata este basamento denso, aislado del entorno mediante plantaciones frondosas.

Los muros de la planta alta actúan como vigas y dejan libre de soportes el nivel inferior, buscando la continuidad entre espacio y estructura.

Buscando la continuidad entre la materia y la forma, el espacio y el volumen vienen definidos por la estructura portante del edificio. De esta manera, los muros alveolados que subdividen la zona administrativa de la primera planta actúan como vigas de gran canto, sustentando tanto los forjados del suelo como los de cubierta. Al interior, las islas que integran la comunidad autónoma aparecen representadas a través de los revestimientos minerales que definen las piezas nobles, como la piedra roja de Gomera en la sala de recepciones o la de Tindaya de Fuerteventura utilizada en el salón de actos. El hormigón y la madera complementan unos acabados que, apostando por la rugosidad y la textura, hablan de la naturaleza volcánica y abrupta que hizo surgir del fondo marino el archipiélago canario.


Cliente Client
Dirección de Patrimonio, Consejería de Economía y Hacienda, Gobierno de Canarias 

Arquitectos Architects
Felipe Artengo, Fernando Martín Menis, José María Rodríguez Pastrana

Colaboradores Collaborators
A. López, F. Morales (arquitectos architects); P. Artengo, J. Elejabeitia, I. Nichaldas,N. Méndez (aparejadores quantity surveyors

Consultores Consultants
Arcal (estructura structure); IHD (instalaciones mechanical engineering)

Contratista Contractor
ACS

Fotos Photos
Jordi Bernadó, Hisao Suzuki