El estudio de RCR Arquitectes en Olot, Gerona, lleva más de una década en transformación. En el año 2004, los arquitectos adquieron la antigua fundición Barberí, en estado ruinoso, con el objetivo de reconvertirla progresivamente en su espacio de trabajo a través de intervenciones mínimas para consolidar y reorganizar las naves preexistentes. El solar, rectangular y pasante entre dos calles, alberga varios volúmenes adosados a las medianeras que liberan un patio central de contorno irregular. El primero de los cuerpos del recinto, que recorre todo el largo del solar, alberga la biblioteca en dos niveles —visible en la fachada principal como un volumen añadido y acristalado— y, detrás, una gran nave con cerchas de madera y lucernarios que ha sido transformada en una sala de montajes y proyecciones, separada de la biblioteca por un velo de lamas de acero. Paralelo a este se sitúa un segundo edificio, en el que se han acomodado los puestos de trabajo en grandes mesas de acero en voladizo y donde amplios ventanales se abren hacia el patio. Un tercer elemento, un pabellón exento sustentado por esbeltos pilares de fundición, cierra el recinto. Junto a la madera, la piedra y la cerámica originales se han empleado el vidrio y el acero; este último es el protagonista de carpinterías, muebles y solados.