Escuelas en Hohenschönhausen, Berlín
Max Dudler 

Escuelas en Hohenschönhausen, Berlín

Max Dudler 


Entre las constantes que definen la idea contemporánea de ciudad aparece la interrelación de sistemas complejos y a menudo contrapuestos, cuyo denominador común es su capacidad de convivencia. El trabajo, la cultura, los modos de habitar y todas las demás actividades cotidianas tienen su particular equivalente en configuraciones espaciales y estructuras edilicias, de cuya capacidad para entrar en resonancia con lo que las rodea surge la diferencia fundamental entre lo que se puede llamar ‘ciudad’ y las ‘zonas especializadas’, que inevitablemente acaban cayendo en decadencia por su carácter de guetos. En los grandes barrios surgidos tanto en el este como el oeste del Berlín dividido tras la guerra se fueron construyendo en masa bloques de vivienda relativamente baratos y monótonamente idénticos que son un buen ejemplo de las consecuencias de esta sectorización, la menor de las cuales no es la decadencia estética.

Hohenschónhausen es uno de esos núcleos urbanos de la periferia, en el que se disponía de un generoso solar para construir dos escuelas. La opción fue proyectar ambas como una sola, de forma que pudiera singularizarse en el anónimo tejido urbano, dotando de identidad al barrio mediante esa ‘gran forma’ que fuera también un espacio público ‘de estancia’. Las instalaciones deportivas, abiertas al resto de los habitantes de la zona, y los cuerpos de las escuelas primaria y secundaria son las partes que definen el conjunto.

En su disposición, estos volúmenes no se suceden como edificios adyacentes e independientes, sino que se disponen como elementos de un discurso visual continuo y orquestado: escuela primaria, escuela secundaria y gimnasio, separados por patios ajardinados. No se trata de una organización jerárquica, sino de una escenificación espacial y perspectiva. El cuerpo alargado —que alberga la administración y las aulas especiales—, con el gran ventanal curvo y panorámico de la fachada a la calle, y el quiebro en su esquina más representativa, correspondiente al polideportivo, engarza las partes y otorga al edificio una escala monumental, casi urbanística. Las clases, por su parte, adoptan una escala más doméstica, en tanto que los espacios libres se ordenan como territorio de transición hacia un paisaje abierto, dominado por los campos deportivos.

Entre unos interiores cálidos y sobrios, resistentes al uso intensivo, y el exterior hay una comunicación fluida a través de ventanas, umbrales y pórticos, que conectan los distintos ámbitos entre sí y con su entorno, creando una suerte de barrio dentro del barrio y propiciando el movimiento y el intercambio. Sobre la masa oscura y pétrea del edificio se recortan los huecos, con los vidrios y la trama metálica de las carpinterías en un segundo plano...[+]


Obra
Escuelas primaria y secundaria en Hohenschónhausen, Berlín. 

Cliente
Junta de Distrito de Hohenschónhausen, Berlín. 

Arquitecto
Max Dudler. 

Colaboradores
Betti Plog, Heike Simon, Jórn Potting, Sonia Glasberg, Jacqueline Schwarz. 

Fotos
Roland Halbe / Artur, Stefan Midler.