Mientras se encuentra redactando un plan de actuación urbanística para San Juan, en Alicante, Fisac recibe el encargo de proyectar un pequeño edificio administrativo. Para subrayar su presencia en un bosque de torres, el arquitecto despliega una libertad formal poco frecuente en sus obras no religiosas.

«Este encargo surgió mientras preparaba un proyecto de urbanización en la costa, y la promotora me pidió que proyectara unas oficinas en un solar residual que había quedado vacío después de levantar toda una serie de torres altísimas de apartamentos. Era un solar residual, con una forma extraña, limitado por el trazado curvo de la carretera que cerraba para entrar ya en la playa de San Juan. Con la edificabilidad permitida se podían levantar unas cuatro alturas —un volumen que no podía competir con las torres de alrededor—, y decidí proyectar unas plantas un poco curvas que fui alternando de dirección en cada nivel. El programa constaba fundamentalmente de despachos para una inmobiliaria de la zona y sus fachadas curvas se cerraron con paneles de hormigón prefabricados con encofrado flexible por una empresa local bastante buena... En cambio, los frentes rectos, de vidrio y carpintería metálica, tuvieron una ejecución desastrosa.»... [+]