Bodegas Garvey, Jerez de la Frontera
Miguel Fisac 

Bodegas Garvey, Jerez de la Frontera

Miguel Fisac 


Formado por pabellones diseñados en varias fases, el conjunto de las bodegas Garvey se levantó sobre un solar entre viñedos al norte de la ciudad, junto a la carretera que une Madrid con Cádiz. Un jardín no llevado a cabo en su totalidad traba unas piezas con otras, que exhiben la simplicidad volumétrica de los cortijos agrícolas de la zona. Procurando no perturbar el carácter rural del entorno con construcciones industriales, los edificios se definen a partir de muros de carga de ladrillo enjalbegado, sobre los que se apoyan unas vigas huecas postesadas de sección rectangular hueca cuyas luces oscilan entre los 15 y los 22 metros. El proyecto se nutre de una experiencia que el arquitecto había llevado a cabo unos años antes en Vic y Montmeló, donde con varias naves realizadas con vigas-hueso, el fabricante de cueros Colomer Munmany había encontrado el sustituto idóneo para las cubiertas metálicas en diente de sierra, que se veía obligado a reemplazar cada dos años, al ser totalmente vulnerables a la corrosión inducida por los vapores del curtido. Andreu Colomer Munmany, Ricardo Barredo y el propio Miguel Fisac crean entonces Hueco SA, una fábrica de vigas huecas junto a aquellas obras, que anima al arquitecto a montar también en Jerez un taller para elaborar sobre el terreno las dovelas de la estructura postesada.

«Conté con el asesoramiento de expertos para cumplir con las exigencias de los vinateros en cuanto a la disposición de las naves y las orientaciones requeridas. Al contrario de lo que sucedía en el Centro de Estudios Hidrográficos, aquí había que reducir la iluminación al mínimo, de manera que sólo había un par de ventanas que carecían de cristales para ventilar y la luz de esas crujías tan profundas entraba por los huecos que dejaban las cabezas de las vigas en su apoyo sobre el muro. En las naves de almacenamiento utilizamos una pieza de sección más o menos rectangular para estructuras postesadas que había patentado en el año 1968 y cerraba por completo el plano del techo. Tan sólo el jaraíz —donde se prensaba la uva para hacer el mosto— se cubrió con vigas que dejaban pasar la luz cenitalmente, utilizando una variante de los huesos del Centro de Estudios Hidrográficos.»

De la gran superficie proyectada de bodegas subterráneas —cuya ejecución estaba prevista con placa continua de hormigón sobre pilares metálicos en una retícula de 4x4 metros— sólo se construye una mínima parte. La quiebra de la empresa—que por aquel entonces pertenecía al marqués de Villarreal— y su posterior venta a José María Ruiz Mateos dejó en el tablero la última fase del proyecto... [+]