Casa Peter, Tegna

Francesco & Britta Buzzi 


Donde los límites de la ciudad se pierden, en una de las periferias típicas de la región de Ticino, en la suiza meridional, una casa para una familia pretende surgir del propio paisaje, llevando a cabo en éste rotundos cortes volumétricos. Como una de las rocas de las cercanas montañas de Cambarogno y Centovalli, la vivienda esculpe sus muros en una ladera de la cuenca fluvial del Melezza, abandonándose a un lugar que, con el delta del Maggia como telón de fondo, termina por atraparla.

La parcela, una porción de terreno de disposición longitudinal y fuerte pendiente, se sitúa bajo la rasante de la carretera de acceso, con lo que cualquier recuerdo de la ciudad queda olvidado cuando el propietario penetra en su hogar. Tres prismas cúbicos de hormigón integran la casa que, como respuesta al fuerte carácter suburbano del entorno, se cierra hacia los laterales y busca una relación directa con el río, las montañas y el cielo. A su lado permanecen, prolongados, los estrechos caminos peatonales que estructuran las propiedades vecinas. En el interior, las estancias descienden de lo público a lo privado apoyándose en la pendiente, buscando en las amplias perforaciones del hormigón y en los patios de vidrio que taladran las piezas una extensión del horizonte visual. En el primer nivel bajo rasante, la cocina y el estar en el primer prisma, y una habitación, un patio y una terraza en el segundo componen una planta diáfana. Un nivel por debajo —se accede por una escalera que apoya su transcurso en el trazo de los antiguos caminos—, las habitaciones se relacionan con las laderas de la otra ribera, mientras un patio y una terraza interior las vinculan con su propia montaña. A lo largo de las dos plantas, las particiones interiores se disponen alternadamente en diagonal, como en un juego de cartas, de manera que los distintos puntos del exterior aparecen o desparecen según la posición del habitante. La losa que cubre el primer cubo, unida en superficie con la calle, se utiliza como aparcamiento, otorgando al automóvil la importancia merecida como elemento de la vida en la periferia; junto con la tapa del segundo volumen y la lámina de agua de la piscina, sobre el tercero, la cubierta disgregada de la casa es una quinta fachada que expresa su voluntad de relación con la naturaleza.

El hormigón, entendido como un caparazón monolítico, envuelve la vivienda, sustituyendo la jerarquía tradicional de suelo, muros y techo por una solución unitaria. Tratado con óxido de hierro, alcanza un tono parecido al de la roca cercana, además de transmitir una sensación de protección con la que una casa tan expuesta asoma al paisaje... [+]


Arquitectos Architects 

Britta & Francesco Buzzi 

Colaboradores Collaborators 

Lucia Gernini

Consultores Consultants 

Paolo Regolati (instalaciones mechanical engineering

Fotos Photos

Margherita Spiluttini