Casa DF, Kortrijk
Stéphane BeelEl solar, situado en la ciudad flamenca de Kortrijk, cuenta con un bosquete en el frente de acceso y sendas filas de álamos en los linderos laterales, altos muros vegetales que convierten el jardín en una habitación al aire libre. Siguiendo la dirección de las alineaciones de los álamos, el terreno se dividió en cuatro franjas paralelas de diferente anchura. La primera recibe a los que llegan en coche y funciona como vestíbulo de la casa y garaje. La segunda corresponde a la edificación: un volumen alargado de 55 metros de longitud por 8 de anchura. Sobre un zócalo de hormigón se posa una estructura porticada de perfiles de acero, según un módulo de 5 por 8 metros, situada por fuera del cerramiento, de modo que al interior no queda ningún pilar ni elemento de carga. Bajo la cubierta se ubican dos volúmenes de vidrio, la casa propiamente dicha y el garaje, convertido en una urna de exposición. Las estancias de la vivienda se suceden, alternando los espacios abiertos con los cerrados por cuatro paredes. La caja del vestíbulo de entrada —marcada por una pequeña escalera exterior— separa la zona de cocina, lavadero y comedor de la pieza principal, que alberga la sala de estar, un patio abierto al jardín, la reCogida estancia de la chimenea y el dormitorio principal con baño, vestidor y una terraza protegida mediante una celosía metálica muy tupida. En planta alta se sitúan otros dos dormitorios. La banda más ancha corresponde al jardín, con un estanque alargado. Finalmente, un camino conectado con la zona de garaje marca la salida para vehículos y compone la cuarta y última franja. En general, la casa muestra los principios utilizados con anterioridad en la Villa M. de Zedelgen (véase Arquitectura Viva 44), potenciados en este caso gracias a la transparencia del cerramiento, que posibilita una lectura clara de la distribución.
Transparencias veladas
El número limitado de materiales que se han empleado refuerza la unidad del proyecto: el mismo hormigón del basamento continúa en los suelos, todos los elementos portantes son de acero y todos los cerramientos de vidrio. La isotropía de esta piel homogénea queda perturbada por algunos elementos que singularizan determinadas partes, protegiendo su intimidad: desde las pesadas cortinas de distintos colores hasta el entramado metálico que envuelve la parte más privada de la casa y se superpone al frente de vidrio proporcionando un filtro que no dificulta el paso de la luz pero impide la visión desde el exterior... [+]
Obra
Casa DF, Kortrijk.
Cliente
Familia Daels-Follet.
Arquitecto
Stéphane Beel.
Colaboradores
Hans Lust, Maur Dessauvage, Trice Hofkens, Jan de Vylder, Isabelle Blancke, Tom Cortoos, Sabine van Dorpe.
Consultores
Laurent Ney (estructuras), Boydens (instalaciones).
Fotos
Jan Kempenaers.