Uno de los problemas de los proyectos de cooperación es que tanto las estrategias de diseño como los presupuestos sociales e ideológicos que las determinan suelen resultar extraños a las comunidades a las que finalmente sirven los edificios. Partiendo de esta premisa, Unmaterial Studio, un colectivo de estudiantes del MIT, se propuso despojarse en la medida de lo posible de sus prejuicios occidentales para dar una respuesta a las necesidades específicas de una comunidad en principio remota: los Turkana. Los Turkana son un grupo de cerca de un millón de miembros que pueblan el noroeste de Kenia manteniendo en buena medida intacta su ancestral cultura seminómada basada en el pastoreo. Sus construcciones tradicionales son, pues, tiendas o refugios temporales, de ahí que este modesto centro de vacunación y educación adopte la forma de una construcción ligera y potencialmente desmontable cuya función primordial es proveer sombra. El elemento clave es la cubierta compuesta por una trama muy ligera de puntales de acero apoyados directamente en el suelo sin pavimentar, y una piel de chapas metálicas alabeadas. En algunas partes, estas chapas cubren el flanco más afectado por los vientos dominantes, mientras que en otras se superponen para crear una cámara ventilada que disipa de una manera pasiva la fuerte radiación solar típica de los trópicos...
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