En Algueña, una pequeña localidad del interior de la provincia de Alicante, con una población de dos mil habitantes y una economía basada en la agricultura y la industria del mármol, se ha levantado un nuevo edificio público que aglutinará todas las actividades vinculadas a la música y la cultura desarrolladas en el pueblo. Las bandas de música tienen gran tradición en la región de Valencia, y se ven impulsadas por agrupaciones musicales, que no son solamente entidades culturales sino también sociales. Su nivel de participación en el pueblo transciende lo musical y afecta a la inserción social, la integración y la educación. En Algueña, concretamente, la banda tiene un gran seguimiento.

Con un presupuesto ajustado, se decidió rehabilitar el antiguo cuartel en desuso de la Guardia Civil, con una superficie de 670 metros cuadrados, y construir un nuevo auditorio de 350 metros cuadrados y 230 butacas. En un segunda fase se creará un parque con un auditorio al aire libre que funcionará como elemento de conexión entre el pueblo y su futura zona de expansión urbanística. La intervención se encuentra en la entrada oeste del pueblo, en un lugar límite que el planeamiento desarrollará dejando la parcela centrada respecto del crecimiento futuro.

El antiguo cuartel, una construcción de los años 1960 con una estructura de muros de carga en buen estado, tenía una configuración en U con un patio central que permite por sus dimensiones albergar los ensayos de la banda. La restauración del edificio no afecta a su geometría, sino únicamente a su apariencia, pues se han recuperado todos los elementos constructivos, aunque en color blanco y con diferentes grados de brillo, para así generar una tensión entre la memoria y la realidad actual.

Por su parte, la construcción nueva cierra el perímetro separándose de la antigua mediante dos cuerpos de escaleras delimitados por dos urnas de vidrio. En su interior, la sala cuenta con butacas móviles y con instalaciones capaces de ofrecer diferentes tipos de actos, para lo cual es preciso contar con un almacén. Constituida como una caja ciega, a excepción de las dos aberturas que la atraviesan en su eje transversal, se muestra como un elemento extraño en su contexto por su hermetismo y por el protagonismo del material del cerramiento.La utilización de un recubrimiento cerámico con un acabado nacarado crea un volumen vibrante y en constante cambio, ya sea este producido por las variaciones lumínicas o por el movimiento del observador. Este material se creó específicamente para esta obra, utilizando técnicas de cocción, vitrificado y deposición de metales.