Casa Corrales en Aravaca, Madrid
José Antonio Corrales 

Casa Corrales en Aravaca, Madrid

José Antonio Corrales 


El aprendizaje profesional de José Antonio Corrales en los años de escasez de materiales y de patentes para la construcción, y su ambición por hacer arquitectura moderna en el momento de esplendor del ‘estilo Escorial’ le obligó, como a Sota o a su compañero Molezún, a convertirse en inventor capaz para proponer soluciones constructivas sencillas, y en oficial implicado en la puesta en obra. Desde entonces y hasta ahora ha mantenido un rumbo ajeno a las modas.

Esta implicación directa con la construcción y su fidelidad a los principios abstractos del Movimiento Moderno se traducen en una obra fresca y autorreferente, cercana a la vanguardia histórica del momento y más guiada por la intuición alcanzada entre el tablero, los oficios y el ojo educado que por el conocimiento adquirido en los libros. Su propia casa familiar en Aravaca es ejemplar en este sentido. La vivienda se sitúa en un terreno con acceso en su vertiente norte y caída hacia el mediodía sobre el horizonte despejado de la Casa de Campo. Esta premisa condicionó el proyecto, que acepta para la edificación la forma triangular de la parcela y dispone de la mayor parte del terreno libre al sur y sobre las vistas hacia las que se abren las estancias. El programa doble, casa y estudio, se organiza sobre dos ejes ortogonales. Traspasado el umbral, un corredor trazado sobre el eje norte-sur, delimitado por grandes paños correderos y escalonado según la topografía, deja a uno de sus lados una sucesión de espacios banqueados que constituyen el estudio, y al otro las zonas de estar y de cocina. En la planta alta, el pasillo de distribución separa los dormitorios orientados a mediodía de los espacios de servicio. La complejidad espacial y de diseño de detalle queda compensada con la simplificación material, reducida, salvo alguna excepción, a pintura blanca en estructura, paredes y techo, y a tableros de contrachapado en suelos y banqueos.

Las fachadas reproducen con fidelidad la propuesta cerrada a la vecindad y abierta a su jardín. El acceso toma la imagen del garaje. Las fachadas este y oeste guardan los retranqueos obligados y abren tan sólo unas pequeñas rendijas de ventilación rasgadas de suelo a techo con vistas sobre los corredores exteriores. Oculta de los vecinos por la prolongación del estudio pendiente abajo queda la terraza, hacia la que se abren los espacios principales de la casa a través de grandes paños de vidrio. Sobre ella y enfrente del estar se levanta un porche extenso y ampliable con una serie de toldos móviles...[+]