Se trata de un solar con mucha pendiente y con una alta presencia de arbolado y sotobosque. El proyecto pretende edificar sin estropear el lugar. Así, la casa se sitúa sobre una gran plataforma de roca existente, que también se utilizará como salida y jardín. Arquitectos y promotores coincidían en aprovechar los pequeños rellanos naturales conservando la fisonomía del bosque sin grandes movimientos de tierras para crear plataformas artificiales ajardinadas. El único movimiento de tierras será un camino-rampa que cruza el solar de un extremo a otro en diagonal y de manera explícitamente artificial comunica la calle con los diferentes niveles de la parcela.

La distribución interior se basa en una secuencia lineal de espacios de diferentes proporciones asociados a la estructura, con grandes huecos de puertas correderas y pasos abiertos entre ellos que permiten una gran libertad de relación y de utilización. La casa puede funcionar como un gran espacio o como una secuencia de espacios privados bien relacionados.

La cimentación es la propia roca junto con dos riostras de hormigón que fijan la casa a la piedra y permiten separarla del terreno creando un espacio intermedio permanentemente ventilado. La casa se construye con estructura de madera laminada, formada por paneles de gran formato tipo KLH, que resuelven paredes y techos. Este sistema se comporta como una estructura difusa donde no hay una jerarquía o estructura cartesiana de descenso de cargas, sino que toda la estructura trabaja en conjunto —cómo una gran viga—. Permite un dimensionado muy eficiente y la posibilidad de hacer grandes vuelos. En este caso ha hecho posible articular la geometría de la roca y de la casa, y al mismo tiempo ahorrar y minimizar la cimentación. Es un sistema que permite reducir peso, materia y energía y, por lo tanto, las emisiones de CO2 asociadas a la cimentación y estructura del edificio. Los paneles de madera laminada quedan vistos en el interior en paredes, techos y suelos. Para reducir costes en los revestimientos y acabados, se procura dejar el máximo número de paramentos vistos. Las instalaciones están ocultas pero sólo se han trasdosado con cartón-yeso los paramentos de las estancias que las distribuyen.

Las fachadas son ventiladas y acabadas con madera de tipo pino de Flandes. Los huecos se resuelven con carpinterías de madera protegidas con postigos practicables. La transpiración de la fachada queda garantizada por una lámina tipo TYVEK que protege la madera. La cubierta es plana para reducir el impacto visual desde la calle. El resultado final es un volumen de madera sobre una gran roca, en medio del bosque que garantiza la naturalidad de la intervención.