La casa responde a unas reglas geométricas básicas, tan sencillas que en ellas radica la fuerza del proyecto. Como en La Ricarda de Antonio Bonet —fuente de inspiración fundamental para esta vivienda— la casa AA parte de una lógica de agregación de cuadrados, si bien en este caso el orden geométrico se establece a partir de la diagonalización del trazado de sus cubiertas, otorgando al edificio una condición geométrica unitaria que define la relación interior-exterior como un todo. Así, una red ortogonal de 7 por 7 metros sobre la que se superponen sus diagonales construyen, a modo de pentagrama musical, la base sobre la que se apoya la composición de la vivienda. Las diagonales a 45 grados determinan la geometría de las dilataciones que sufre la cubierta, lucernarios en unos casos y dobles alturas en otros, generando una topografía artificial que se eleva sobre la del terreno.

El programa principal se desarrolla a la cota del jardín, en relación directa con el exterior. Esta planta incluye salas, salones, biblioteca, comedores, cocina, habitación principal, y suite de invitados; espacios todos ellos ligados visualmente a través de largas perspectivas veladas por vidrios, celosías y paneles móviles. Verticalmente, existen relaciones puntuales de la planta baja con la inferior y la superior, respondiendo siempre a exigencias de programa y cerrando la continuidad tridimensional del edificio. La planta inferior la integran espacios servidores del programa principal tales como la bodega, directamente comunicada con el comedor; la videoteca, ligada a la biblioteca; o la piscina interior, planteada como una extensión natural de la habitación principal. Otras conexiones relacionan las zonas de servicios. Las estancias del piso superior se reservan para cobijar espacios íntimos en relación directa con el paisaje circundante. La composición se completa con un inesperado acceso a través de un atrio austero precedido por una lámina de agua. Toda la vivienda esta presidida por la luminosidad, la fluidez y el dinamismo espacial.

La cubierta es una losa postesada de hormigón pintado de color blanco que se apoya sobre una estructura de pilares metálicos ocultos en los muros perimetrales. Sobre ella se sitúa la envolvente que recubre el edificio, constituida por una piel unitaria de material cerámico de grandes dimensiones y mínimo espesor, lo que subraya el carácter topográfico de la cubierta. Los pavimentos interiores también son de material cerámico. El otro protagonista es el vidrio, dispuesto en generosos paños de fachada sobre carpinterías metálicas y dotados con sistemas enrollables de protección solar. 


Arquitecto Architect

OAB: Carlos Ferrater, Xavier Martí

Colaboradores Collaborators

Enric Betlinski (aparejador quantity surveyor)

Consultores Consultants

Pondio: Juan Calvo (estructura structural engineering)

Contratista Contractor

Contratas y Obras

Fotos Photos

Alejo Bagué