Bodegas Dominus, Yountville
Herzog & de Meuron 

Bodegas Dominus, Yountville

Herzog & de Meuron 


Próximo a san francisco, el valle de Napa se repliega en las estribaciones de la cadena costera que define Norteamérica hacia el Pacífico y, ya a principios de siglo, su climatología benigna lo convirtió en un reputado centro de producción vinícola conocido como Napanouk. Las condiciones excepcionales para el cultivo de la vid han traído hasta este rincón de California al prestigioso viticultor de Burdeos Christian Moueix, que después de trabajar durante diez años estas tierras ha conseguido un vino excepcional, el Dominus, cuya demanda ha hecho necesario levantar una nueva bodega. Plantadas en espaldera, las viñas imponen al territorio una geometría previsible y paralela que contrasta con el horizonte sinuoso de las colinas. En el centro de la finca y alineado con esta sucesión de surcos en la tierra se implanta el nuevo edificio, cruzando su volumetría neta como una obra de land art sobre el camino que divide el valle.

Los espacios principales que el programa requería —una sala de depósitos cromados para la primera fase de la fermentación, una cámara de barricas de roble donde el vino madura durante dos años y un almacén para el embotellado y embalaje de los caldos— se disponen en un prisma de proporciones extremas, siguiendo la lógica de un proceso de trabajo decantado por esta tradición ya milenaria. Las tres áreas funcionales aparecen espacialmente separadas por dos zaguanes que perforan transversalmente el edificio y enmarcan las vistas de los viñedos. El mayor de ellos se abre al camino citado y recibe a los visitantes con una sala de degustación que mira a la zona de barricas a través de un paño de vidrio. El vacío menor acoge el muelle de carga entre la sala de cisternas cromadas a donde llega la uva y el almacén desde el que parten los caldos hacia todo el mundo.

El clima de la zona —con grandes oscilaciones térmicas entre el día y la noche— convirtió el proyecto en una búsqueda de estrategias para mantener una temperatura constante en el interior de este edificio sobre rasante. Huyendo de la luz, las barricas se esconden tras la jaula de sombra que forman unos gaviones de malla metálica. Estos cajones calados, que modulan el volumen formando una malla regular, se rellenan de piedras sueltas cuya granulometría cambia en función de lo que hay detrás. Las piezas menores de basalto verdoso colmatan la coraza tupida que protege con su masa inerte los espacios destinados a bodega y almacén, mientras los cantos de mayor tamaño dejan huecos entre sí que filtran la luz en la zona de administración.[+][+]


Cliente Client
Christian Moueix & Cherise Chen-Moueix 

Arquitectos Architects
Jacques Herzog, Pierre de Meuron, Harry Gugger, Christine Bingswanger 

Colaboradores Collaborators
J. F. Lüscher, U. Ackva, I. Huber, N. Kury; M. Meier (fachada facade)

Fotos Photos
Margherita Spiluttini