Es un gran honor decir algunas palabras sobre dos libros extraordinarios y dos extraordinarias personas, Luis Fernández-Galiano y Rafael Moneo, a los que conozco desde siempre: a Rafael, antes de que lo hiciera personalmente —creo que fue en Harvard—, y a Luis por otro camino. Personas respetadas y arquitectos de genio, ambos han sido estimulantes para mí: Rafael, a través de sus obras y carrera docente, y Luis, además de lo académico, mediante sus escritos, sus críticas. Ambos, recientemente, también de una manera personal: Luis, como comisario en la Fundación, y Rafael que, de un modo tan generoso, sufre la presencia de los graduados de todo el mundo que hacen talleres y le visitan en su estudio... [+]