Memorias de Mitteleuropa

Intervenciones patrimoniales en República Checa

Memorias de Mitteleuropa

Intervenciones patrimoniales en República Checa

01/03/2024


Jože Plečnik, Jardín en el bastión del castillo de Praga

Aunque los arquitectos hayamos sido educados para materializar lo que brota del papel en blanco, el reto que nos compete ahora es menos construir que construir sobre lo construido. Esto obliga a que tanto la mirada del oficio como la formación que la sustenta, giren más en torno a un polo necesario: el patrimonio. Un polo que, desde que comenzara a ser tenido en cuenta en el siglo XIX —con los encendidos debates entre ruskinianos y violletianos—, no ha dejado de suscitar problemas y paradojas, y está lejos de ser resuelto, siquiera sea conceptualmente.

El patrimonio es, en sentido literal, «lo que recibimos de nuestros padres», y esta definición apunta a la primera dificultad de cualquier intervención patrimonial: la de tratarse de un proyecto diacrónico que debe tener en cuenta el tiempo del pasado tanto como el del presente, el tiempo de los padres y el de los hijos. Según se incline más hacia un lado u otro, el arquitecto correrá el riesgo de volverse dogmático, ora entregándose a los partidarios de la restauración pura, ora situándose entre los que desprecian, sin más, la historia. Pero también aquí la virtud está en el medio, y si bien es cierto que los monumentos más valiosos exigen el respeto de las restauraciones contenidas, y los de menos interés piden la revalorización a través de una intervención sin ambages contemporánea, existe un campo, muy amplio, en el que la mejor opción parece el proyecto analógico que renuncia a remedar sin más las formas del pasado pero sabe aprender del monumento, estudiándolo con cuidado para respetar su tipo, su materialidad, su atmósfera, y dialogar con él.

Este es el tipo de intervenciones que se ha preferido seleccionar en este dossier, que por otro lado se centra en uno de los países occidentales con mayor densidad de patrimonio, la República Checa, enclave que, como pocos, muestra ese mestizaje de tiempos y culturas entre el Este y el Oeste que asociamos al sugerente pero impreciso término ‘Mitteleuropa’.

Las tres obras seleccionadas hablan, cada una a su manera, de los modos diversos en que pueda darse el diálogo entre el pasado y el presente. Situada en Ostrava, al extremo oriental del país, la galería de arte contemporáneo PLATO de KWK Promes es el fruto de actuar sobre un viejo pero monumental matadero de ladrillo con estrategias como el vaciado, la limpieza, la ampliación y la réplica analógica de ciertos elementos perdidos. Por su parte, la revitalización de las riberas del Moldava en Praga es una obra más urbana y colegiada, que ha sido capaz de limpiar y dar unidad a un frente heterogéneo formado tanto por inmuebles del siglo XIX como por la célebre ‘Casa danzante’ de Frank Gehry. Finalmente, la reconstrucción del castillo de Helfštýn en Týn nad Bečvou, de Atelier-r, aplica con tino las mejores estrategias de intervención analógica para completar una espectacular ruina con nuevos elementos que saben respetar el sentido del monumento original.

John Pawson, Monasterio en Novy Dvur


Etiquetas incluidas: