Aunque el Fórum Internacional de las Culturas decepcionará a quienes esperen encontrar en él una concentración de arquitectura de firma o un nuevo centro urbano de escala similar a la de la Villa Olímpica, lo cierto es que su propuesta es conceptualmente más innovadora y compleja. En primer lugar, se trata de un acontecimiento arquitectónico concebido desde la escala del territorio y de las grandes obras de infraestructuras que adaptan el paisaje al uso humano, aplicando en este caso medios y valores arquitectónicos para dar forma a una periferia urbana, habitualmente determinada por necesidades puramente funcionales. En segundo lugar, la incorporación de una estación depuradora de aguas residuales y de otras instalaciones sucias junto a la zona de ocio litoral supone un avance radical en la ruptura de los conceptos habituales de zonificación y estratificación, proponiendo en su lugar la yuxtaposición de las diversas actividades y funciones de la ciudad tal y como se van acumulando en un lugar a lo largo del tiempo. La explanada, los parques litorales, el puerto deportivo y la zona de baños del Fórum (incluso podría decirse que el edificio Fórum y el centro de convenciones) se ven obligados a acomodarse en el lugar, en un proceso de forcejeo contra los obstinados elementos preexistentes, conviviendo con dichas instalaciones ‘molestas’ en un enfrentamiento que los deforma y contamina. El resultado es una desviación respecto al pulcro ‘buen gusto’ que con frecuencia ha limitado la ambición estética del diseño barcelonés; una apertura hacia formas más audaces, más libres, más lúdicas y expresivas de estructurar y jerarquizar el territorio urbano... [+]