«Lo construido surge indefectiblemente de la interacción entre tres vectores convergentes y en constante evolución: el topos, el typos y lo tectónico.» El tema de tapa de este número, ‘Materia local’, puede interpretarse a la luz del libro Estudios sobre cultura tectónica (Studies in Tectonic Culture), publicado por Kenneth Frampton en 1995, de cuya introducción procede la cita anterior. La tesis de Frampton no sólo suponía un correctivo a los paradigmas espacio-temporales del Movimiento Moderno: además de repasar la historia de la cultura tectónica desde finales del siglo XIX, estructuraba el problema de la arquitectura de una manera que podía guiar a los profesionales hacia nuevos caminos ajenos a las trampas del posmodernismo, pero sin caer en la tentación de los juegos formales, abiertos y desmaterializados —el deconstructivismo, los blobs— que irían floreciendo merced a las nuevas tecnologías digitales. Por ello, el libro se ha convertido en una piedra de toque de las aproximaciones contemporáneas a la materialidad, y acaso resulta de nuevo relevante ahora que la despreocupada ‘era Gehry’ parece llegar a su fin...