En 1980, los disidentes que combatían contra el postrero régimen comunista polaco apodaron Beton (hormigón) al grupo que se mantenía aferrado al poder. También en la Europa del Este, el sistema de construcción industrial creado a principios de los años sesenta en la RDA, basado en el uso de paneles de hormigón prefabricado de patente francesa y soviética, se conoce hasta hoy como die Platte (panel), haciendo un juego de palabras con die Pleite (bancarrota). Actualmente el hormigón, material mayoritario de los bloques repetitivos y producidos en masa, no tiene buena prensa. Lejos queda la dimensión heroica, casi épica, que tuvo en sus comienzos.

El hecho de que desde finales del siglo XIX la tecnología del hormigón haya llegado a tener connotaciones políticas revela hasta qué punto su importancia ha desbordado el campo de la construcción, alcanzando la esfera de lo simbólico. La combinación aparentemente inocua de sustancias inertes se ha ido cargando de significados diversos y controvertidos. Desde su invención, el hormigón se ha identificado con determinadas nacionalidades y políticas, tomando en el proceso diversas formas... [+]