Una arquitectura sin mayúsculas
En los últimos veinte años, la obra de Álvaro Siza ha tomado una nueva dimensión, tanto por su dilatación geográfica como por su expansión temática. Hace tiempo que su campo de acción había sobrepasado las fronteras de Portugal (basta pensar en su participación en la Bienal de Venecia en 1978 o en el primer encargo que recibió en 1981 para un inmueble residencial en el barrio de Kreuzberg en Berlín). Y no hace menos tiempo desde que su línea de pensamiento ya no puede contenerse en los límites del regionalismo, aunque sea ‘crítico’. Sin perder por ello su anclaje ibérico, Siza se ha enfrentado a Europa, las Américas y Asia, y esta expansión refleja de manera amplia la apertura recíproca de Portugal hacia el mundo y del mundo hacia Portugal. Este fenómeno se ve ilustrado, de igual modo, por el éxito de las novelas de José Saramago o de António Lobo Antunes, así como por las películas de Manoel de Oliveira o de Pedro Costa, por citar a dos directores que pertenecen a generaciones muy distantes...[+]