Manos que ven: los cursos del CNAM
Tras el cierre de los talleres de Maxéville y mientras que lidera la CIMT (Compagnie Industrielle de Matériel de Transport), Jean Prouvé tiene la oportunidad, durante una docena de años, de exponer su concepción del mundo y su método de trabajo al auditorio atento del Conservatoire National des Arts et Métiers. Este compromiso, que podría haber sido una mera consagración —o una consolación— personal fue, sin embargo, la ocasión para transmitir a miles de oyentes sus experiencias y para dar por fin una forma concreta y organizada a sus ideas. Creado en 1794, el CNAM ha congregado, a lo largo de su historia, a un público mixto de investigadores y de ingenieros experimentados, así como de asalariados que buscaban una formación complementaria o una especialización en un centro de enseñanza de élite. A este público tradicional se unieron cientos de estudiantes de arquitectura que, sublevados ante la abstracción de los cursos de Beaux-Arts, acudieron al anfiteatro de la calle Saint-Martin para escuchar —y ver— a Prouvé, asistiendo a sus clases religiosamente... [+]