Opinión  Sostenibilidad 

La fiesta del agua

El planeta recupera la inocencia

José Miguel Iribas  Manuel Nieto 
31/12/2007


En la imaginería de nuestra cultura el agua se asocia a la idea de paraíso y evoca escenarios placenteros y fértiles; también la serenidad en su estadio más radical y perdurable. No podía ser de otro modo, porque el agua es un elemento esencial, no sólo para la vida (y aquí convendría decir que no sólo el agua es vida, sino que la vida sin agua simplemente no es), sino para la felicidad y la alegría perdurables.

La idea esencial del agua plantea una doble imagen. Una que se remite a sus efectos benefactores. Otra, más radical, por intrínseca, que lo hace a la más inocente idea de la pureza. El agua es, por definición, libre, transparente, incolora e insípida, es decir, absolutamente neutral. Y carece de dueño (ni siquiera ideológico), no toma partido (‘llueve para todos’, se dice) y fluye para crear y sostener la vida... [+]


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