El futuro de la cultura
Museo del Prado en Madrid
Norman Foster es uno de los arquitectos internacionales más experimentados y competentes en la creación de espacios para el arte. No se trata ahora de reseñar la singular y brillante trayectoria del arquitecto británico en esta tipología arquitectónica, y menos de analizar la general proliferación de la arquitectura de y para museos en el mundo durante las últimas décadas, aunque el caso español nos ofrezca una muy singular perspectiva para hacerlo.
Me voy a referir ahora tan sólo a la relación de Norman Foster con los sucesivos proyectos de ampliación del Museo del Prado y, más concretamente, al proyecto que junto al arquitecto madrileño Carlos Rubio ha resultado ganador del concurso para la rehabilitación del Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro este mismo año.
Ha transcurrido una década desde la inauguración en 2007 de la ampliación del museo concebida por Rafael Moneo en el área del antiguo Claustro de la Iglesia de los Jerónimos. Una valiosa adición de cerca de 25.000 metros cuadrados a la espalda del edificio original de Juan de Villanueva, en la misma dirección en la que se fueron acumulando nuevas salas en los últimos dos siglos de existencia del museo. El gran reto planteado a Moneo fue unir la columnata de orden gigante vilanoviano en el Paseo del Prado, en la hoy llamada puerta de Velázquez, con el arruinado Claustro del Monasterio Jerónimo. Un desarrollo sin precedentes del eje central del edificio histórico del museo para dotarle de un tan urgente como necesario plan de modernización de sus instalaciones...[+]