Los laboratorios de investigación son algo más que simples lugares de aplicación del conocimiento: más allá de las virtudes apolíneas de la aplicación racional y científica de los descubrimientos más recientes con el objetivo de mejorar la condición humana, existe otra sabiduría que puede rastrearse —e indudablemente encontrarse— profundamente arraigada en la historia del género humano y en las capas superpuestas de la existencia humana en su conjunto. Este conjunto de cualidades pueden calificarse como dionisíacas y son las que realmente completan al ser humano y le capacitan para logros holísticos. Precisamente esas cualidades deben ser reconocidas y puestas en valor en los edificios dedicados al conocimiento aplicado. El arte y la arquitectura están en disposición de anticipar el futuro y ponerlo en práctica como un presente por venir.

En coherencia con la claridad del concepto urbano, el volumen del edificio se pone al servicio de una continua economía del espacio, tanto en su interior como hacia el exterior, como un filtro mediante su fachada parcialmente transparente. El prisma resultante queda, sin embargo disuelto gracias a la aplicación de determinados recursos formales en las superficies y en la conformación de espacios, y se transforma visto desde el exterior en un ‘pabellón’ abierto y brillante. Los paneles oscilantes de la fachada crean con su estricto orden vertical una compleja ilusión óptica de transparencia, reflexión, fragmentación y ritmo. Los esbeltos pilares portantes de acero quedan insertos en los quiebros de la doble fachada; y desde el exterior el conjunto transmite la impresión de encontrarse ante una estructura textil, generando un frente de fachada dinámico que se corona con un remate zigzagueante.

El interior alberga espacios de trabajo —laboratorios, despachos y salas de reuniones— así como funciones representativas.?El atrio central es el corazón simbólico del edificio, un elemento poco habitual en laboratorios, que contribuye a la comunicación entre el personal. Los petos que lo conforman están revestidos de paneles acrílicos retroiluminados con unos 10.000 leds, creando una superficie luminosa absolutamente homogénea.