Cineroleum


A pesar de las alzas consecutivas del precio del petróleo, en el Reino Unido el número de gasolineras continúa disminuyendo, pasándose de las 74.000 que había en 1974 a las menos de 10.000 que hay hoy en día, las mismas de las que disponía el país en 1912.

El destino frecuente de estas pequeñas infraestructuras suele ser la demolición y la posterior ocupación del solar con una nueva dotación más rentable, pero en otros casos las antiguas estaciones permanecen desatendidas durante un tiempo indefinido, a pesar de que muchas estén emplazadas en lugares muy céntricos y atractivos de la ciudad. Se calcula que hay al menos 4.000 gasolineras abandonadas en el Reino Unido, de ahí que la iniciativa de convertir una de ellas, la situada en la londinense Clerkenwell Road, en una dotación cultural, pueda resultar un ejemplo fructífero para reciclar este tipo de instalaciones.

El proyecto, desarrollado durante el verano de 2010 por un colectivo de jóvenes artistas y arquitectos, transformó la estructura metálica de una vieja estación de servicio en un cine de verano hecho de manera completamente artesanal: el Cineroleum. La instalación se inspiró en una doble tradición. Por un lado, la de los grandes ‘palacios’ de la época dorada del cine, con su estética abigarrada y decadente de grandes telones y butacas rojas, a la que aludían de una manera irónica los materiales y mobiliario empleados en la instalación, aspectos que, junto a las entradas e incluso las palomitas, contribuían a evocar la antigua atmósfera de las noches de cine. Por otro lado, la de los autocines americanos de los años 1950, con su estructura abierta y su sentido participativo.

Por lo demás, todo el artificio del Cineroleum dependía de un mecanismo sencillo: un cortinaje plateado, semejante a un telón, que se descolgaba de la marquesina de la antigua gasolinera, abriéndose durante el día para albergar diferentes eventos culturales y cerrándose durante la noche, cuando los personajes de las películas de Buster Keaton o de Barbarella adquirían, de nuevo, vida en la pantalla.

Obra

Cineroleum.

Arquitectos

Assemble.

Colaboradores

Studio Dekka, The Cinema Museum, Flint’s, Ken Creasy’s.

Contratista

Construido por Assemble y voluntarios.

Fotos

Lewis Jones; Morley Von Sternberg.