Después de perder en un incendio su anterior vivienda situada en el casco histórico de la ciudad, la propietaria de la casa, comisaria de una galería de arte, encargó el proyecto de su nueva residencia con un deseo expreso: que el edificio se fundiera con la naturaleza, de modo que pudiera experimentar directamente el cambio de las estaciones.
Inspirada en el diseño de la Casa Farnsworth, se planteó la cuestión de cómo un espacio podía definirse abierto al entorno sin renunciar a su intimidad; incluso se profundizó en el estudio de cómo una configuración libre constriñe más el modo de vivir que un esquema con algunas determinaciones, que resulta más liberador. En el primer modelo se inscriben los intentos de Rietveld de generar libertad mediante la utilización por ejemplo de puertas correderas, mientras que el segundo se refiere a las plantas libres de Mies van der Rohe, distribuidas en torno a elementos construidos que organizan el espacio.
Siguiendo los deseos de la propietaria, la casa se realizó exclusivamente con hormigón y vidrio, siendo ejecutada en menos de siete meses y con un reducido presupuesto. Bajo una cubierta irregular se introducen las llamadas ‘rocas’, dos cuerpos opacos de perímetro anguloso. En su interior se excavan e integran los distintos servicios además de la habitación de invitados y parte del dormitorio principal. Sus gruesas paredes se realizan con hormigón, abujardado visto al exterior, trasdosado con paneles cartón yeso al interior. En estas piezas se horadan también estanterías cerradas con hojas de vidrio translúcido que ayudan a su transformación en grietas de luz durante la noche. Por el día grandes lucernarios introducen iluminación natural a las habitaciones situadas en el interior de los volúmenes.
La estudiada disposición de la casa y sus espacios permite que a pesar de la transparencia no se pierda privacidad. La fachada de la calle es un muro de hormigón completamente opaco mientras que los demás paramentos exteriores forman un plano continuo de vidrio sin montantes ni pilares. Esto obliga a que el techo—que llega a volar siete metros— se construya como una estructura en voladizo cuidadosamente armada para permitir un reducido canto de losa. Con el objetivo de enfatizar el carácter abierto de la vivienda, el pavimento alrededor de las dos ‘rocas’ interiores está realizado en hormigón pulido color gris... [+]
Obra
Casa Seifert, Enns, Austria
Cliente
Susi L. Seifert.
Arquitecto
Michael Shamiyeh / Bau Kultur.
Consultores
Oskar Pankratz (acondicionamiento energético); Winfried Orth (instalaciones); Helmut Schiebel (estructura).
Fotos
Paul Ott.